MI CARA OCULTA
Todos los días me levanto pensando que me deparará hoy el día. ¿Será tranquilo? ¿Será un día de esos trepidantes en los que no te da tiempo de nada? ¿Será un día de esos pesados en los que todo te sale mal y te da la sensación que se queda todo patas arriba pese a que has tenido que llegar a todo como has podido? Al final siempre pienso: tranquila, todos los días acaban bien, hoy no va a ser menos.
Lo que no cambia en ninguno de esos días son las situaciones a las que tengo que enfrentarme todos los días. Para quien no lo sepa, me dedico (aún no plenamente porque estoy en prácticas, es decir que trabajo sin remuneración) a la enfermería. Una profesión que lamentablemente, a mi parecer, no está lo suficientemente valorada.
Nadie sabe cuantas cosas hay que tener en la cabeza cuando la vida de, no una, si no hasta tranquilamente 20 pacientes está en tus manos. La medicina ha evolucionado y los médicos hacen un gran trabajo curando a las personas. Pero quien pasa 8 horas de su jornada (e incluso 16 y 24 si se doblan turnos) al lado de estas personas, cuidándolas y atendiéndolas no son ellos.
Ahora estoy trabajando en el área sociosanitaria donde la mayoría de pacientes son pacientes geriátricos. Imaginaos entrar en un montón de habitaciones dónde la mayoría de pacientes tienen una demencia senil, con lo cual no están muy cuerdos. Imaginaos que llevan una vía venosa periférica (dónde se enchufan sueros, medicamentos intravenosos, etcétera) y es un paciente inquieto que sólo piensa en arrancársela. Por orden médica y por su salud, tiene que llevar esa vía. Tenéis dos opciones: pincharle cada dos por tres que el paciente decida arrancarse la vía o ponerle unas manoplas en las manos para que no pueda arrancarse el vendaje y posteriormente, la vía. Lo sé, cada una de las opciones más denigrante que la anterior, pero tenéis que decidir. ¿Es duro, eh?
Ahora imaginaos que ese mismo paciente es tan inquieto, está tan desorientado y deteriorado físicamente que cada vez que se levanta, se cae al suelo. ¿Qué haréis? ¿Dejar que se caiga todas las veces o atarlo a la silla/cama para que no pueda levantarse y caerse? Teniendo en cuenta que no podéis estar todo el rato que quisierais con él. Es muy difícil elegir, pero hay que hacerlo. Y encima, tienes que tener valor suficiente para ver que una persona que podría estar disfrutando de sus años de vida en casa, te pide a cada rato si puedes desatarle porque tiene que ir a trabajar o a arreglar unos asuntos, sin ni si quiera saber dónde está. Explícale a cada rato que está atado por su bien, para no hacerse daño.
Imaginaos que a cada habitación que entráis, tenéis que estar pendientes que no falte nada a ninguna persona. Y controlar que no tengan dolor o saber si están tristes o contentos. Tomar las medidas necesarias especiales para cada persona, porque cada uno es distinto. Cuidados distintos para cada uno pero tenerlos presentes durante todas las horas que se esté con ellos.
Y ahora otra cara de la moneda, no solo hay gente mayor a la que cuidar. Hay gente joven, de 40 años, en una cama y sin poder moverse. Muchos llevan así más de 15 años. Y algunos son conscientes de todo lo que pasa a su alrededor y tienen métodos de comunicación con movimientos de ojos (porque respiran por traqueostomía), y los más “suertudos” (no se le puede llamar suerte a una putada así) hasta pueden hablar un poco de español porque son extranjeros. Imaginaos tener que entrar en esa habitación a ver como está esa persona y, muchas veces, interpretar lo que nos tenga que decir.
Ahora, intentad hacer todo eso con una sonrisa a cada rato porque tú, como profesional, no puedes derrumbarte, llevando todo eso más lo que puedas tener en tu vida personal. Una sonrisa para arreglarles los minutos, horas y días que pasas con ellos. Palabras bonitas y cariñosas aunque muchos te insulten e incluso intenten agredirte. Ternura y afecto pese a no saber si realmente esa persona te atiendes, te entiende y te reconoce. ¿No es lo que querríais que os diesen si estuvieses en esa situación?
Todo eso, gente… Todo eso es cuidar. Cuidar a gente sin esperar nada a cambio de ellos. Yo amo mi profesión y tengo por seguro que siempre intentaré ser la mejor en eso. Pero la mejor para una persona, no por competir con otros de mis compañeros. Quiero cuidar a la gente, es para lo que he nacido y lo tengo clarísimo. ¿Qué me decís? ¿Seríais vosotros capaces?
No quiero gustarte. No quiero ser de tu agrado a la fuerza. No pretendo ser lo que no soy. No pienso actuar contra mis principios. Si mis principios dicen que tengo que defender algo lo defiendo.
Si tengo que soltar un “gilipollas” de por medio, no te preocupes, es puro protocolo malhablantil. Disculpa mis formas pero eso no quiere decir que me desdiga de lo que pienso.
Si un día me cabreo y me sale de mis genitales cagarme en todo lo cagable y mandarte a la mierda, no me lo tengas en cuenta. Si me consideras inmadura pasa de mi culo. Si lo que tienes es envidia, pues sintiéndolo mucho eso yo no puedo arreglarlo.
No pretendo ser nadie mejor que tú, pero tú tampoco me vas a hacer sentir peor que nadie. Mi mundo no gira entorno a lo que tú piensas, tú no eres el ombligo de mi vida. Eres más bien una piedra en el camino de la cual voy a pasar de largo sin más dilación. En cuanto de media vuelta ya no me acordaré de ti.
Al contrario que yo, tú vas a acordarte de mí por mucho tiempo como “la tía que te sacó de tus casillas” y, ¿sabes qué? Me produce una muy buena sensación saber que sin darme cuenta, he conseguido eso. Pero entiende: “sin darme cuenta”. Porque yo no vivo ni para darte alegrías, pero mucho menos pierdo el tiempo en algo tan insignificante como pueda ser alimentar la infelicidad de tu pobre vida.
Si tienes problemas de estreñimiento, si tu vida es vacía, si tu inteligencia existe bajo mínimos… No me culpes ni me uses como blanco de tus frustraciones. Tómate la vida con más relax y disfruta de lo verdaderamente importante, que creo que es algo que no te enseñan en la escuela pero se suele aprender con el tiempo. Como veo que no ha sido así en tu caso, me tomo la libertad de aconsejarte.
Sin más, me despido de ti, querida amiga HIPOCRESÍA y de mote “falsedad”. Espero que el día de mañana tengas suerte en la vida y tengas agallas de enfrentarte al mundo real con la verdad por delante.
Un saludo de la chica casi perfecta que querrías ser y a la que no llegas ni a la suela de los zapatos.
PARÁLISIS DEL SUEÑO
Yo que soy muy de diagnosticarme cosas, la última adquisición en mi colección de diagnósticos hipocondríacos ha sido uno curioso: la catalepsia proyectiva. Y muchos de vosotros diréis… ¿Y eso qué cojones es? Pues bien, os explicaré mi caso y después os daré la versión científica, para que lo entendáis.
A veces me ocurre que estoy a punto de dormirme y cuando lo consigo, vuelvo en mí. Pero solo mi mente vuelve en mí, mi cuerpo no responde. Puedo abrir los ojos (solo a veces), respiro lentamente y soy consciente de mi alrededor, pudiendo oírlo, sentirlo y olerlo todo. Pero no puedo ni gritar ni moverme ni nada de nada. Es una situación bastante angustiante pero he optado por, cada vez que me pase, intentar relajarme dentro de lo posible hasta que, por fin, mi cuerpo reacciona y puedo moverme y acabo de despertarme del todo.
Pues bien, he estado investigando y he encontrado que este fenómeno es denominado como catalepsia proyectiva o parálisis del sueño. Por lo que he podido entender, este fenómeno se produce a causa de un mecanismo de protección del cerebro: en una fase superficial del sueño (tanto cuando te estás durmiendo como cuando te empiezas a despertar) el cerebro bloquea nuestro cuerpo para que no nos movamos mientras soñamos algo y así, no dañarnos. En el caso de la catalepsia proyectiva, en medio del sueño te despiertas cuando tu cuerpo todavía está bloqueado por este mecanismo y se tarda unos segundos en desbloquear.
Lo que más gracia me ha hecho de todo esto es que, leyendo, leyendo, he visto que a este suceso, la gente supersticiosa le llama “la subida del muerto” y quiere decir que los espíritus intentan comunicarse conmigo. Ya sé que estoy de muerte porque por suerte, hay alguien que se encarga de recordármelo todos los días, así que, espíritus, dejad de intentadlo conmigo.
Resumiendo, que si una está mal de la cabeza, por algún lado tiene que salir eso, ¿no? Solo digo una cosa: espero no paralizarme nunca en medio de un sueño erótico, si no, vaya rollo.
AMERICANOS Y SUS... CHISTES
Sin hablar ya de todos esos estadounidenses e ingleses que vienen aquí a España a pasar las vacaciones más desfasadas de su vida: borracheras, destrozos, peleas, jaleos, etc. Vienen a hacer aquí y hacen todo lo que allí tienen prohibido. Vienen aquí a destrozar todo lo que allí no pueden destrozar. Vienen aquí a consumir todo lo que allí ni locos podrían conseguir sin llevarse una buena multa. Y encima, tienen el morro de decirnos que ellos son ciudadanos ejemplares.
Hoy me ha pasado en casa algo muy curioso. Mi hermano ha llegado a casa de sus clases y nos ha contado algo que le ha ocurrido donde estudia. Nos ha dicho que han venido unos chicos de procedencia norte-americana que han venido a hacerles una charla sobre la juventud de allí, como viven, a qué se dedican, etc. Hasta aquí bien.
Mi indignación ha llegado cuando nos ha contado a mi madre y a mí el comentario que ha hecho uno de los chicos. La situación ha sido la siguiente: una de las chicas que estaba en clase escuchando, al llegar el turno de preguntas, les ha lanzado una pregunta. Teniendo en cuenta que ellos no pueden beber hasta los 21 años, a la chica se le ha ocurrido preguntar si ellos realizaban fiestas y cómo se divertían. El chico, ni corto ni perezoso, le ha respondido a la chica que ellos no necesitaban ni drogas ni alcohol “como los españoles”.
Cuál ha sido mi sorpresa al ver que mi hermano decía que eso era un “zas” como una casa. Que tenían razón, que no es necesario beber para pasárselo bien, etc. He tenido que dejarle las cosas claritas a mi hermano y decirle que sea un poco crítico, porque alguien que viene de fuera no va a echar piedras sobre su tejado ni va a criticar aquello suyo, sólo te va a contar lo bonito. Evidentemente, él quizás no necesite alcohol para divertirse, pero nadie y menos un americano tiene el derecho de generalizar despectivamente como ha hecho.
Lo que más me revienta de todo esto es la hipocresía que han desprendido estos chavales que se las han dado de súper héroes. Yo les hubiera callado la boca en menos de lo que canta un gallo. Para empezar, los índices de delincuencia juvenil son bastante más elevados allí que aquí. Esto no me lo saco de la manga, si queréis podéis consultar bibliografía, pero para facilitaros las cosas, yo os dejo un artículo aquí que hace una comparativa de distintos países, porque yo no quiero adentrarme en demasiados números. Simplemente, planteémonos algo: ¿tan ejemplares son si los índices de delincuencia juvenil son tan elevados en comparación a España? ¿Quién se puede imaginar aquí que haya un policía en las puertas de todos los institutos para regular la entrada de armas blancas y de fuego? Allí los hay a montones. ¿Y las bandas delictivas que se forman? No creo que la política de la prohibición sea la más correcta para controlar a la juventud, porque falta que alguien prohíba algo para que todo el mundo queramos hacerlo.
Sin hablar ya de todos esos estadounidenses e ingleses que vienen aquí a España a pasar las vacaciones más desfasadas de su vida: borracheras, destrozos, peleas, jaleos, etc. Vienen a hacer aquí y hacen todo lo que allí tienen prohibido. Vienen aquí a destrozar todo lo que allí no pueden destrozar. Vienen aquí a consumir todo lo que allí ni locos podrían conseguir sin llevarse una buena multa. Y encima, tienen el morro de decirnos que ellos son ciudadanos ejemplares.Yo, sintiéndolo mucho, no me creo esa pantomima. Desde mi modesto punto de vista, os aconsejo una cosa, lectores: no dejéis que pisoteen vuestra imagen, y mucho menos que lo haga alguien cuya imagen está a metros de profundidad por debajo de la vuestra. La conclusión que sacamos acerca de esto y creo que bastante clara es que siempre habla quien más tiene que callar.
Es gracioso ver mequetrefes indignados a tutiplén. ¿Qué por qué digo esto? Como muchos sabemos, hoy hemos podido ver como el famoso humorista Andreu Buenafuente estrenaba hoy su primer programa en antena3. Pues bien, resulta que a la hora de realizar su ya clásico monólogo de introducción del programa, una serie de personas en la red se han sentido “plagiadas”.
Estoy hablando de la mayoría de personas que en twitter se creen algo importante por tener millones de followers, esos llamados tuitstars. Algún día hablaré más profundamente acerca de este término. La cuestión es que se ve que son personas con una inteligencia divina, extrema e inalcanzable para el resto cuyos chistes y gracias son exclusivos solamente de su mente.
Estas mismas personas deben ser el summum de la originalidad, la cumbre del ingenio y el pico insuperable de la creatividad. Son los mismos que se han puesto a acusar al mismo Buenafuente de plagio. Resulta que ahora contar chistes que están más que contados es plagiar. Resulta que ahora las ocurrencias son exclusivas de esta dicha élite twittera.
¿Sabéis que os digo? Que me resulta patético y penoso ese férreo deseo de proteger vuestra identidad twittera (porque otra cosa no es, esto no deja de ser la red y no la vida real) alegando originalidad cuando sois todos la misma mierda junta lamiéndose el culo unos a otros. Da risa veros ahí, intentando defender vuestro vete tú a saber qué a capa y espada, como si os fuese la vida en ello, creyéndoos algo o alguien importante cuando solo sois uno más repitiendo la misma cantinela repetitiva que otro anterior y que el siguiente que vendrá.
Recordad una cosa, Buenafuente era quien ahora es mucho antes de que esto del twitter se pusiese de moda. Probablemente, muchos de vosotros, dentro de unos meses no seréis más que media mierda, y porque ahora sois la mierda entera. Os doy un consejo, si no os pagan por twittear, no os toméis tan a pecho esto, que os va a dar una úlcera de estómago.
TELEBASURA
Está a la orden del día el término “basura”. Esta palabra hace referencia a la suciedad y a todo aquello desechable, y supongo que, al igual que yo, os habréis dado cuenta de que últimamente se asocia a muchas palabras. La que está más de moda es la denominada “televisión basura”.
Es televisión basura aquella que por su contenido y su forma puedenresultar ser de mala calidad, y sobretodo, que tienen un aire vulgar, maleducado y morboso. Después de leer esto, es normal que sea un tipo de televisión que cree aversión entre mucha gente. Aun así, creo que estamos haciendo de toda esa bola alrededor de la polémica un montón inmenso de exageración.
Lógicamente, no a todo el mundo le gustan las mismas cosas, pero por suerte, vivimos ya en una época en la que la televisión y las nuevas tecnologías han evolucionado tanto que tenemos una amplia carta de programación de todos los tipos que elegir, ya sea en la televisión o en internet.
Entonces… ¿Cuál es el problema? Ha llegado un punto en que considero que nos quejamos por quejar. Deberíamos plantearnos primero porqué esa televisión está en una fase creciente de su desarrollo, demostrándose este aumento de telespectadores simpatizantes de los programas vertedero en los índices de audiencia. Recapacitemos acerca de esto, porque nadie apunta con una pistola a nadie, y todos sabemos qué nos gusta y qué no. Elegir todos sabemos.
En vez de ponernos melodramáticos y unirnos a la masa revolucionaria, seamos críticos y atendamos a razones. Quejémonos cuando toque, no por el placer de llevar la contraria. Quejarse es gratis y lo puede hacer todo el mundo, pero creo que no lo hacemos bien. Nuestro espíritu incendiario deberíamos, a mi modesto parecer, guardarlo para ocasiones en las que realmente sea necesario.
En definitiva, el mensaje que me gustaría que se entendiese entre líneas es que ojalá todo fuese tan fácil como cambiar de canal con el mando a distancia cuando no nos gusta lo que vemos. Lamentablemente no es el caso, así que… ¿Para qué complicar las cosas sencillas?
No sabía como empezar este blog, ni si quiera sé si lo continuaré. Así que voy a empezar presentándome, que creo que es lo más honesto y educado que puedo hacer, y como no soy partidaria del anonimato en internet, por principios es lo mejor con lo que puedo empezar.
Tengo que confesar que no soy novata en el mundo blogger, pero voy a intentar que este blog no sea lo mismo que me había dado tiempo a hacer (y a abandonar) hasta ahora. Con ello no quiero decir que no me guste lo que dejo apartado, simplemente es un cambio de aires.
Bien, empecemos. Me llamo Noelia, tengo 21 años y en estos momentos estoy estudiando el tercer curso de Grado en Enfermería en la Universidad de Lleida. Vivo con mis padres y mi hermano menor en un pueblo llamado Alcarràs, situado a unos 10 quilómetros de la ciudad. Probablemente no me considere la persona más independentista que os podáis echar a la cara pero sí me gusta ser catalana y defender la cultura de esta comunidad autónoma que, a mi entender y muy lastimosamente, se está perdiendo. Catalana como ya he dicho, y del Barça.
Pese a que tengo cuatro pasiones en mi vida que son mi familia, mi amor, mis mejores amistades y la enfermería, me considero bastante desapegada. No tengo unas aficiones marcadas. Me gusta pasar horas en internet sin hacer nada de provecho, me gusta salir de fiesta, me gusta pasar buenos ratos con mi gente y todo eso que se suele decir, pero nada más allá de puros pasatiempos. Esto se debe a que casi todo me acaba aburriendo con el tiempo, pero no es algo que me preocupe por el momento, porque sé que todavía me quedan muchas cosas por ver.
Soy una chica simpática, cariñosa y coqueta. Tengo mi punto ácido e incluso a veces, me paso de desagradable. Río y lloro con mucha facilidad, aunque debo decir a mi favor que ocurre mucho más frecuentemente lo primero que lo segundo. No me gusta ir como alma en pena por las esquinas y suelo tener una sonrisa en la cara siempre. Quizás por eso mi parte internauta sea más agridulce (sobretodo agria). Digamos que la parte maja de mi ser se queda en el mundo real. Desde mi punto de vista, soy bastante sincera y transparente, ya que no considero que tenga que fingir ante nadie ni por nada, porque no tengo nada que ocultar.
Y ya paso de enrollarme más, que desvirgar algo puede ser pesado y doloroso y no quiero que lo sea para mi blog. Si queréis seguir conociéndome, os invito a que me sigáis en el blog. Todavía no sé ni yo lo que os vais a encontrar, solo espero que sea de vuestro agrado. Y si no lo es, que Dior os de minga. Besos.
